¿Hola, mundo?

Este es el primer post de este, Barropacasa, el blog de Barropacasa, la tienda. Espero que no sea muy confuso.

¡Hola! Soy Nacho, ceramista. Artesano. Artesaaaaano.

A grandes rasgos lo que hago es coger tierra mojada, darle así como formita usando las manos y luego le pongo otro tipo de tierra mojada por la superficie, lo caliento todo junto y zas, objetos duros y que hacen como «clinggg» cuando les das con la uña.

También soy divulgador de lingüística y literatura en Vanfunfun, mi canal de YouTube. También he publicado un libro sobre aprender inglés. He traducido un par de libros. A los 16 tocaba la flauta travesera en un grupo punk, pero no sé muy bien por qué he añadido esa información sobre mi vida, supongo que quiero ser todo lo sincero que pueda en este, el primer post de este blog. En los tutoriales que he leído sobre el tema hablan de que es muy importante darle un toque personal al blog, pero creeeeeo, sospecho, que lo difícil para mí va a ser echarle las riendas a la parte de darle personalidad a esto.

Puedo hablar durante horas sobre cerámica. Llevo informándome sobre el tema desde 2019 y he visto tooodos los vídeos de YouTube que había. Solo por curiosidad, busqué tiendas de cerámica y talleres por mi zona y me dije «no, es muy caro». Acabé comprándome una pella de barro de 12 kilos e hice unos cuantos cuencos y un par de tazas y oye, no estaba mal el asunto, como hobby y así en plan amateur podía jugar en casa y podía separarme de mi sedentario trabajo de ordenador. Luego me pasé gran parte de 2020, por una cosa, haciendo cuencos en casa. Y más cuencos. Cuencos para arriba, cuencos para abajo.

¡Mi primerita taza!
¡Mira, mamá, ahora sé esmaltar!
«Estaría interesante saber por qué estos dos esmaltes se han combinado y han hecho color negro, y por qué le han salido grietitas, y…»

Para finales de 2020 paso la mitad del día haciendo cosas de barro, esperando a que salgan del horno, esmaltándolas, leyendo libros de texto. Me digo a mí mismo que lo de pensar en hacer esto como trabajo, ¿te imaginas? pero me queda mucho que aprender, necesitaría aprender de verdad, en un taller o algo. ME APUNTO A UN TALLER, DEJA DE DECIRME COSAS, CEREBRO. Seis horas a la semana, ¿estarás contento?

No está contento. Empiezo a ponerles número a las tazas, subconscientemente pensando «cuando llegue a cien me planteo esto como algo serio».

Vaya.

Y llega noviembre de 2021, estoy en un taller haciendo tazas a media jornada, produciendo para abrir una tienda y ponerlas a la venta. La primera taza me llevó una semana, ahora las hago muuucho más rápido, cada día aprendo cosas nuevas y me muero de ganas por que veáis todo esto. AAAAAA EXPECTACIÓN.

¡Ya veréis qué bien!

3 comentarios en “¿Hola, mundo?”

  1. Yo soy el depositario de las tazas que tú dices que tienen un defecto. Yo digo que tienen «el encanto» del trabajo artesanal.
    Tengo 4 para mis plantitas. 1 para el té. Otra para calentarme la mano y pensar en la República, etc. Ah! y tengo tu genialidad.

  2. Me ha encantado la historia. Molas muchísimo.

    En serio lo digo, que así a bocajarro por Internet puede que pienses que soy un trol, un tuitero o un bot.

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